El tiburón ha despertado temor en los humanos posiblemente desde que se descubrió su existencia en los mares. El Gran Tiburón Blanco es el más temido de ellos, un depredador marino implacable, el más grande de los tiburones que existen hoy en día llegando a alcanzar los 7 metros. El miedo a estos animales es algo natural, y el hecho de que incluso den más miedo que un depredador terrestre es posiblemente porque en el mar nos encontramos indefensos, y no hay nada más terrorífico que ver aparecer a un depredador marino entre las oscuras profundidades del mar. La sola imagen de un Gran Tiburón Blanco abriendo sus fauces y sacando las mandíbulas para atacar ya es aterradora, casi propia de auténticos monstruos marinos. Pero, ¿cuánto hay de natural en este miedo al tiburón y cuánto es infundado?. La exitosa película de Spielberg, "Tiburón", tiene claramente la culpa de una parte de nuestro temor a estos animales y también de la visión estereotipada que se tiene de ellos. El tiburón, y en especial el Gran Blanco, tiene la desgracia de estar rodeado de una serie de estereotipos, creencias erróneas y leyendas urbanas acerca de su comportamiento que son completamente infundadas. La visión de este animal como una simple máquina de matar cruel y despiadada, y un "devorador de hombres" es la más extendida, y si ya se tenía esta visión del tiburón hace años, con la película "Tiburón" ha aumentado aún más, desatando un terror exagerado hacia los tiburones al tener una visión errónea de ellos.
Que "Tiburón" es una gran película nadie lo duda, sin embargo, esto sólo se podría aplicar desde el punto de vista cinematográfico, ya que si lo miramos desde la parte científica, desde luego no se puede decir que sea una película redonda. El Tiburón Blanco dista mucho de ser esa máquina de asesinar que nos presentan, y lo que es más, su mala reputación de "devorador de hombres" es completamente falsa. Esto es porque el tiburón no considera al ser humano como parte de su cadena alimenticia, de hecho, se cree que nuestra carne les puede resultar desagradable y difícil de digerir, al contrario que la carne de focas y ballenas, ricas en grasas. Cuando el Tiburón Blanco ataca a un humano (raras veces) no lo hace deliberadamente, sino porque lo confunde con sus presas, o no sabe lo que es, por lo que simplemente hace un mordisco de prueba, tras el cual se retira al comprobar que no es ninguna de sus presas. El problema es que sus "mordiscos de prueba" son poco delicados y mientras las víctimas más afortunadas sólo pierden un trozo de carne, las menos afortunadas pueden acabar sin una extremidad. Por ello, tenerles miedo es lo normal, aunque de ahí a pensar que son máquinas de matar, pues tampoco. Y claro, sabiendo esto comprobamos cómo lo que hace el Tiburón de Spielberg es antinatural, un Gran Blanco normal no se ensañaría de esa manera con los humanos ni insistiría de esa manera tan sangrienta en asesinarlos. El problema es que nos los muestran de una forma tan real y tan conseguida que hace que de verdad pensemos que es así como actúan los tiburones, además de aumentar más aún el miedo que les teníamos. Es ahí donde radica el logro de la película, que si bien por la parte cinematográfica es un exitazo, por otra parte no lo es tanto, ya que tener esa visión inhumana de ellos para los que no sepan cuál es su comportamiento real, no es nada positivo y ayuda muy poco a la conservación de la especie. Por otra parte, otra cosa que contribuye a que el espectador piense que lo que está viendo es la realidad, es que la película está basada en la novela "Jaws" de Peter Benchley, que a su vez está basada en parte en un hecho real: la muerte de 4 personas y una mutilada, todas causadas supuestamente por un Gran Blanco. Sin embargo, en la actualidad se cree más probable que fuesen varios tiburones y no un "asesino en serie", además tampoco está nada claro que el o los culpables fuesen Tiburones Blancos, sino otras especies de tiburones que suelen ser más peligrosas, como el tiburón toro o el tiburón tigre. Desde entonces, son tantos los malos estereotipos que se han creado acerca de estos tiburones que el propio autor de la novela en que se basa la película ha afirmado que nunca la hubiese escrito de saber cómo eran realmente los hábitos de los tiburones blancos.
Simplemente ver un documental sobre ellos ayuda a comprenderles mejor. Y es que ver a estos animales nadando tranquilamente en su entorno natural cambia la imagen de un asesino del mar por la de un majestuoso depredador, y te hace ver lo magnífico y bello de este animal incomprendido, mientras el miedo se mezcla con el respeto y la admiración.
Incomprendido porque por mucho que cueste creerlo, el Gran Tiburón Blanco no es el más peligroso de los de su especie, además de atacar poquísimas veces a humanos, y las veces que lo hace, si la víctima muere es por desangrarse, pero no porque el animal haya querido matarlo. De hecho, las muertes causadas por tiburones en general son menores a las provocadas por serpientes marinas y cocodrilos, e incluso inferiores a las provocadas por avispas o hipopótamos.
No hay más que ver a un buzo nadando agarrado a la aleta dorsal de un Tiburón Blanco sin ni siquiera inmutarse éste, o espantarlo con un simple golpe de cámara en el hocico para comprender que el peligro está en que te confundan con sus presas.
Eso sí, aunque mi visión de ellos no es la de las leyendas urbanas y son unos animales que me encantan, a mí me van a seguir dando miedo (el mar siempre me ha dado miedo), y es que al fin y al cabo el miedo es una forma de defensa natural, y con unos depredadores tan impredecibles como éstos la precaución debe estar siempre presente, al igual que lo debe estar siempre que estemos entre cualquier animal salvaje, depredador o no. Al fin y al cabo, nosotros somos los que entramos en su territorio.
2 comentarios:
Interesante artículo y excelente arranque para tu sección, mis felicitaciones.
Es cierto lo que comentas, la película se aprovecha un poco del desconocimiento general que existe sobre este animal para presentárnoslo de una forma un tanto sensacionalista y desvirtuada, lo cual no le resta valor desde el punto de vista cinematográfico, como tú bien apuntas, pero sí es un enfoque algo desafortunado para la fama de este escualo. Mira tú si tendrán mala fama los tiburones que hasta el Diccionario de la RAE usa esta palabra en sentido peyorativo para calificar a ciertos tipos de personas... Ahora que lo pienso, también sucede eso con los buitres, y los pobrecitos se alimentan sólo de carroña, nunca atacaron a nadie. Los tigres sin embargo gozan de mejor fama... En fin, corto aquí que me pierdo en mis divagaciones...
Saludos, Luthien!
PD1: La distribuidora también lo quiso dejar más claro aquí en España cambiando el título original de la película, Jaws, es decir, Mandíbulas, por Tiburón. Bueno, pudo ser aún peor si la hubiesen titulado "El Gran Tiburón Blanco. Asesino de bañistas". ;-)
PD2: Preferiría no encontrarme nunca con uno de éstos en la playa. Eso sí, en documentales todo lo que tú quieras. Además, es de una belleza y majestuosidad sublimes.
Gracias por el comentario, Kinezoe :D
Y sí, ahora que lo comentas, la verdad es que es curioso que la gran mayoría de estas palabras o frases hechas en las que se usan animales de modo peyorativo suelen no tener mucho sentido.... Y que hay animales que tienen una mala reputación injustificada y exagerada como tiburones o lobos, por poner dos ejemplos, que ni siquieran consideran al humano como presas, mientras otros como los leones que son muchísimo más peligrosos e incluso pueden incluir al humano en su dieta, no tienen esa mala fama (o por lo menos yo creo que no tanta) e incluso los califican como "Reyes" :S es un tanto extraño la verdad XD
Un abrazo.
Publicar un comentario