CRIPTOZOOLOGÍA
Capítulo 2
Los dragones fueron representados a lo largo del tiempo como grandes serpientes o reptiles que poseen cualidades mágicas o espirituales. La palabra viene del latín draco y ésta del griego drakon, que significa "serpiente".
La figura del dragón juega un papel importante como un dios, o guardián, se trata de un ser poderoso y respetable, en algunas civilizaciones es reconocido también por poseer gran sabiduría. Los dragones tienen un significado espiritual en varias religiones y culturas del mundo. El mito del dragón se da en casi todas las culturas, pero para cada una representa algo distinto, además de tener diferentes formas según la cultura. Las primeras "apariciones" de este animal se registran en relatos chinos de hace 46 siglos.
Para Occidente, el dragón, con cola erizada, cubierto de escamas y vomitando fuego, representa el mal. Pero, según la filosofía del lejano Oriente, los dragones eran seres bondadosos que, además, simbolizaban la lluvia, la niebla y el viento.
En Corea cada río y cada corriente tenían su dragón. En el centro y el norte de China los dragones eran dioses de la lluvia, que irrigaban los arrozales y formaban nubes con su aliento. En Liang dos de ellos lucharon en una laguna en el año 503 a.C. y expelieron por sus fauces una espesa niebla que envolvía toda la comarca.
Desde los tiempos más remotos, inundaciones, tempestades y tormentas se han atribuido a dragones que pugnaban en los ríos o en los aires. Los bellos cantos rodados de ciertos arroyos de montaña se tenían por huevos de dragón, que, al ser heridos por el rayo, dejaban en libertad pequeños dragones que volaban hacia el cielo.
Los dragones provocaban torbellinos en la tierra y trombas de agua en el mar. Cuando salían de sus madrigueras humeantes y trepaban por el aire, al poner sus garras en las nubes, originaban la lluvia.
Los dragones chinos mostraban diferentes colores: el negro para la destrucción, era también propio del dragón del trueno de la familia imperial; el amarillo para la suerte, y el azul para anunciar el nacimiento de un gran hombre. (La noche del nacimiento de Confucio aparecieron dos dragones cerúleos en casa de su madre).
Un dragón chino, que a diferencia del Occidental, es benévolo y tiene cuerpo de serpiente
LOS ORÍGENES
¿Cuál puede ser el motivo de que el dragón esté presente en tantas culturas? En la paleontología China, la palabra Long, que significa dragón, se usa en los nombres con los que se denomina a las nuevas especies de dinosaurio halladas en su territorio, de una manera similar a como se utiliza el griego Saurus en occidente para el mismo fin.
Las culturas occidentales y orientales han imaginado reptiles gigantes y alados; puede ser por el contacto con gaviales, cocodrilos y caimanes y al hallazgo de fósiles de dinosaurios mezclados con otros de animales voladores. ¿Cuáles de estos animales pudieron dar origen de creencias en reptiles gigantes alados?
Hoy en día tenemos unos conocimientos y una tecnología que en la Antigüedad no se tenía; los expertos pueden reconstruir esqueletos fósiles y saber a qué animales pertenecen sin mezclarlos unos con otros, y además, podemos reconstruir su cuerpo para saber la apariencia física que tuvieron, aunque haya aspectos como el color, la piel, los sonidos y el comportamiento, que sean mucho más complicados de adivinar y por tanto, haya que usar la imaginación y la suposición teniendo en cuenta las zonas en las que vivieron y el tipo de animales que eran. En mi opinión, podría ser cualquier fósil de los grandes animales animales que habitaron la Tierra, incluso grandes huesos de Mamut que de hecho se confundieron antiguamente con huesos de gigantes, cíclopes o dioses. Pero los dragones son demasiado parecidos a los dinosaurios, por lo que deberían ser esqueletos casi enteros de grandes dinosaurios lo que diese origen a la leyenda, especialmente patas, cabeza, costillas y cola. Si en la antigüedad encontraron fósiles de grandes dinosaurios como el Tiranosaurio, lo más seguro es que se aterrorizaran y pensaran en grandes criaturas terroríficas, de hecho, cuando encontraron estos huesos pensaron en enormes reptiles alados que devoraban todo lo que encontraban, y lo cierto es que se acercaron bastante a la realidad. A partir de ahí, la imaginación, tan presente antiguamente, hizo el resto del trabajo y los "dragones" tomaron todo tipo de formas y tamaños, además de extenderse su hábitat no sólo a las montañas y bosques, sino también a mares y lagos. El resultado es una gran variedad de dragones, que ha ido aumentando según evolucionaba la leyenda. Resulta curioso que esto rasgos también los comparten con los dinosaurios.
Un Gigantosaurio, uno de los mayores carnívoros terrestres junto con el T-Rex, y cuyos huesos bien podrían haber sido tomados como los de un dragón.
Otra cuestión es: si tenemos a grandes dinosaurios carnívoros como posibles cuerpo del dragón ¿qué criatura fue la responsable de ponerle alas al dragón?. Centrémonos primero en los tres posibles candidatos para el cuerpo del Dragón: el Tiranosaurio, el Gigantosaurio y el Spinosaurio. Son tres de los mayores dinosaurios carnívoros terrestres y por tanto los que mejor se podrían confundir con enormes dragones. El Tiranosaurio y el Gigantosaurio eran muy parecidos físicamente y en tamaño, aunque el Gigantosaurio era menos largo pero algo más alto, unos 5´5 metros frente a los 5 metros del Tiranosaurio. El Spinosaurio era el más largo de todos, con unos 15 metros de largo, pero aproximadamente de la misma altura que los anteriores, unos 5 metros. Aunque sigue habiendo polémica acerca de si el Espinosaurio era el terópodo más grande de todos. Se diferencia de los anteriores por su vela en el lomo y sus mandíbulas de cocodrilo, además de por tener las patas delanteras más desarrolladas y por tanto más grandes (rasgos que lo acercan más a la imagen del dragón).
La reconstrucción que tenemos hoy en día de estos tres grandes dinosaurios podría ser suficiente para que nuestros ancestros creyesen que eran dragones, pero si además le echaron bastante imaginación, el aspecto de los dinosaurios sería más fantasioso todavía. Pongamos como ejemplo el Espinosaurio y dos reconstrucciones distintas del animal a partir de los mismos huesos: la primera es la más extendida actualmente y seguramente la que más se acerca a la realidad, y la segunda es más parecida todavía a un dragón sin alas. Es una prueba más de que muy fácilmente se podrían tomar a estas bestias como dragones:
Abajo: Reconstrucción 2 del Espinosaurio, que lo hace más parecido a un dragón
Ahora vayamos a la cuestión de las alas. Es curioso saber que está documentado el descubrimiento de huesos de Espinosaurio junto con los de un Pterosaurio, lo que sugiere que podían cazar a estos reptiles voladores ocasionalmente. Ambas cosas nos sugieren a su vez que semejante hallazgo se puede haber repetido perfectamente en la Antigüedad, y si nuestros ancestros encontraron huesos de Espinosaurio cerca de los de un enorme Pterosaurio, por poner uno de los muchos ejemplos, explicaría el porqué de las creencias en gigantescos reptiles alados con un aspecto mucho más robusto que los pterosaurios. Ahora bien, las alas de los Pterosaurios deberían ser muy grandes para que les impresionara tanto y creyesen que pertenecían a un Espinosaurio. ¿Existieron Pterosaurios tan grandes? la respuesta es sí. El mayor de todos fue el Quetzalcoatlus, que tenía una envergadura alar de unos 15 metros, aunque hay quien cree que podía llegar a los 18 metros.
Estos gigantescos reptiles voladores recibieron su nombre por la deidad azteca Quetzalcóatl, la serpiente emplumada (que de hecho es uno de los "dragones" en los que creían en Mesoamérica), y si por sí sólos podrían haber pasado por dragones, juntarlos con el esqueleto de dinosaurios gigantes como el Espinosaurio habría dado el origen a la leyenda de poderosos reptiles alados con cuatro patas. Semenjantes alas podrían tener una escala adecuada para el Espinosaurio aunque no podrían levantar su peso, pero esta era una de las cosas que nuestros ancestros desconocían. El resto de datos como el comportamiento de los dragones y su aspecto fue cuestión de imaginación.
Juntar las enormes alas de un Quetzalcoatlus con un Espinosaurio como el de abajo da lo más parecido a un dragón que ha existido en la Tierra. Para mí es una de las pruebas más evidentes del origen de las leyendas de los dragones.
Se ha afirmado que los dragones realmente existieron y/o existen basándose en que en cada cultura ha hablado de dichas criaturas desde mucho antes que tuvieran comunicación entre sí, sin embargo el hecho de que existan fósiles de dinosaurios en todo el mundo puede ser una explicación fiable para entender ese fenómeno. El mito de los dragones se fortaleció en la europa medieval. La razón por la cual estos seres fantásticos han sido asociados con el mal, se debe en gran parte a leyendas, historias populares y al mito de Drácula, principe Vlad Tepes, Dracull o Dracula que en rumano significa dragón o demonio. Según estas leyendas, los dragones podían atemorizar a pueblos enteros, devorar doncellas y ser el terror de las naciones.
Mientras algunos piensan que los dragones realmente existieron en tiempos inmemoriales, inspirándose en fantásticas leyendas que así lo afirman, otros creen que fueron una variante biológica de los dinosaurios, aunque no existe evidencia empírica para apoyar esta tesis. Los arqueólogos e investigadores de criptozoología afirman que existieron lagartos gigantes de cualidades similares a las atribuidas a los dragones, a los que llamaron "Megalania". Sin embargo, no resulta viable afirmar que se trataron de la misma clase de animales.
Esqueleto de un Megalania, Lagartos gigantes prehistóricos que se creen como otro posible origen de la creencia en los dragones, o como los dragones en sí.
Antiguamente resultó plausible sostener que los primeros fósiles de dinosaurio encontrados fueron, en realidad, huesos de dragón. Un descubrimiento efectuado por Chang Qu durante el siglo III A.C. en Sichuan, China, catalogó los restos con ese rótulo.
Heródoto –llamado a menudo el padre de la historia– visitó Judea en el año 450 A.C. y escuchó hablar de la existencia de dragones enjaulados en Arabia, cerca de Petra, Jordania. Esto le despertó curiosidad, y decidió viajar allí. Según los testimonios escritos por este historiador, allí encontró dos especimenes de dragones con alas que habían sido encerrados en una jaula del hierro, a los que caracterizó como verdaderas "bestias feroces". El Diario de Marco Polo explica que cuando éste se encontraba caminando por Anatolia, en Persia, encontró dragones vivos que volaban y que atacaron su caravana en medio del desierto. En estas crónicas, Marco Polo explicó que eran bestias espantosas que estuvieron a punto de matarlo.
Por otra parte, los cultores del Catastrofismo han sugerido que los cometas y lluvias de meteoros fueron los fenómenos astronómicos que dieron origen a las leyendas acerca de serpientes de fuego capaces de atravesar el firmamento a gran velocidad, y de ahí se forjó la creencia en los dragones.
Una afirmación menos creíble indica que el dragón fue una criatura compuesta. En muchas culturas está arraigada la idea de que los dragones poseen características de tres tipos de depredadores: poseen patas, garras, capacidad de arrastrarse y una astucia felina, por eso se parecen a los leopardos. Por su capacidad de volar y por tener su guarida en lugares alejados, generalmente rocosos, se los comparó con águilas. Pero los dragones guardan mayores similitudes con las serpientes; de hecho, nuestra palabra moderna "dragón" proviene indirectamente del griego, a través del latín, en que drako significa "serpiente".
Pese a la nutrida literatura que se ocupa de ellos, los zoólogos no tienen pruebas de su existencia. Y tal como ocurre con el unicornio, las gárgolas, el monstruo del lago Ness y Bigfoot, forman parte de esa galería de figuras míticas que "sobreviven" pese a todo.
SIMBOLISMO
En los mitos helénicos aparecen muchas leyendas que mencionan estos animales fabulosos; generalmente, las serpientes o dragones custodian tesoros. Por ejemplo, el dragón Ladon, que cuidaba las manzanas de oro de las Hesperides, hijas de Atlas, quien sostenía el cielo sobre sus hombros. Otro dragón con características de serpiente custodiaba el paño de oro de Aetes, rey de Colchis, para protegerlo del robo de Jasón y de los argonautas. Y cómo no, el avaricioso dragón Smaug de Tolkien, que también guardaba un tesoro y dormía sobre él. De ahí que el dragón sea casi siempre símbolo de guardián, sea bueno o malo.
El rasgo común de todos los dragones es como todo tipo de características de animales de tierra, mar y aire, se fusionan de una forma tan armoniosa, que siempre resulta ser la criatura más bella e imponente que se haya visto, y que representa el más perfecto balance entre belleza y fealdad. Un animal divino y el único digno de ser el emblema y guardián del poder de la naturaleza.
El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal.
Así, en un principio fueron los devoradores de dioses -algunos mitos se refieren a los dragones como la causa de los eclipses, por ejemplo-, o sus enemigos -caso de Apofis y Pithon, enemigos del sol-; posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se les ofrecían doncellas de sacrificio, y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. Mas ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y mantenimiento de un orden, sea por una nueva vida para el universo o el de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado es que son simbólicamente el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.
En Occidente los dragones devoraban a los hombres y custodiaban tesoros en el fondo del mar o de la tierra. Volaban de noche, vomitando fuego o veneno, como anuncio de guerra u otras calamidades.
La leyenda del matador de dragones ofrece numerosas versiones, en general sangrientas. Acabar con un pérfido dragón era la hazaña que coronaba la carrera de casi todos los héroes antiguos: Sigfrido, Sigurd, Beowulf, San Jorge, San Miguel, Arturo, Tristán e incluso el pacífico Lanzarote.
Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones. Particularmente comparando la idea del dragón entre el lejano Oriente y Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (o riûs) y los coreanos son vistos generalmente como benévolos, mientras que los europeos son generalmente malévolos.
Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa y se ven también en la mitología persa y de otras culturas. El tema es, por supuesto complejo, y ha variado a lo largo de la historia, por ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.
Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa y se ven también en la mitología persa y de otras culturas. El tema es, por supuesto complejo, y ha variado a lo largo de la historia, por ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.
LOS DRAGONES EN LA ACTUALIDAD: la fantasía épica
La leyenda alrededor del dragón es tan grande que ha ido evolucionando con el tiempo, y hoy en día, especialmente en la literatura fantástica, nos encontramos muchos más tipos de dragones de diferentes formas, tamaños, colores, poderes y alineación. En el mundo de Dungeons and Dragons y también en otras sagas de fantasía épica moderna, los dragones de colores metálicos son benévolos (Dorado, Plateado, de Bronce, de Cobre, de Latón), mientras que los de colores cromáticos suelen ser malévolos (Rojo, Negro, Azul, Verde, Blanco) siendo el Rojo el más poderoso de todos. Aparte de éstos, que son los más famosos, hay muchísimas más variedades de dragones. Cabe destacar que son más parecidos a los felinos que a los reptiles, no por su aspecto, sino por su forma de ser y de moverse.
Son famosos por su enorme figura reptiliana, de unos treinta metros, y por sus cualidades mágicas. Los dragones se pueden clasificar según el color de sus escamas. Dentro de cada especie de dragón hay categorías que se basan en la edad. El poder de un dragón va en aumento con los años, los dragones adultos son posiblemente las criaturas más poderosas dentro del mundo mitológico
Son seres independientes que rara vez viven en comunidad. Prefieren tener su propia guarida, generalmente una cueva grande, donde guardar sus pertenencias y sus apreciados tesoros. Los tesoros son muy valiosos para el dragón, que hace su cama con los que acumulan, y se deleita mirando las montañas brillantes.
Los dragones se caracterizan por su ataque a través del aliento, cada dragón dependiendo de sus características atacará con un aliento distinto. También atacan con las garras, con los enormes colmillos, pateando, azotando con las alas y con golpes de cola. El vuelo del dragón es muy ágil a pesar de su inmenso tamaño, es característico su vuelo en rizo, al igual que el circular, para lanzarse después en picado.
LOS DRAGONES Y LA CIENCIA: Una fantasía hecha realidad
A pesar de ser unas criaturas ligadas a la Mitología y la Fantasía, la ciencia también les ha prestado atención. Hay un documental sobre Dragones del año 2005, en el que explican el hecho de que estos animales fantásticos pudieran haber existido en un pasado, y las posibilidades que habría de que, de no haber existido, pudieran evolucionar de una manera creíble y explicada científicamente.Aunque esto sería biológicamente imposible, se ha creado un documental que explica una posible evolución de los Dragones, empezando desde animales prehistóricos, que podrían ser reptiles semiacuáticos.
1-El origen de los dragones en un antepasado reptiliano de hábitos semiacuáticos.
2- La liberación de las extremidades anteriores tras la adquisición del bipedismo (en convergencia con los dinosaurios).
3- La adaptación al vuelo mediante alas anteriores membranosas.
4- Una simbiosis con bacterias productoras de hidrógeno en el tracto digestivo, que favorece la evolución de:
a) vejigas flotadoras de gas, que eliminan las limitaciones de tamaño en un animal volador y permiten a los dragones alcanzar tamaños gigantescos.
b) un mecanismo de ignición catalizado por metales, que se añade al armamento básico de la criatura, otorgándole la capacidad de lanzar llamaradas por la boca.
5- Una macro mutación que les regala otro par de patas, convirtiéndolos en inusuales vertebrados de seis extremidades.
6- Y, finalmente, (esto no está tan claro) la radiación post-cretácica de los dragones, que dará lugar, entre otros, a tipos acuáticos (como el Monstruo del Lago Ness), y a ligeros saltadores de aspecto serpentino (los dragones chinos y japoneses).
Todo esto para explicar de manera creíble cómo sería la evolución de un Dragón en la realidad, y cómo sería capaz de lanzar llamaradas por la boca, además de contar con seis extremidades (dos alas y cuatro patas, algo inusual en un vertebrado) y poder volar con un cuerpo tan enorme. A pesar de que todo ello se supone biológicamente imposible, me parece interesante que se plantee la posibilidad de que estos animales pudieran existir, y lo que habría pasado con los dinosaurios de haber convivido con estos seres fantásticos. Para saber más sobre este documental de Animal Planet podéis visitar su página web
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